𓁙 La Dama Blanca

Diario Floral
 
La Dama Blanca
MILENRAMA
Achillea millenfolium
“Dejar que la sangre azul de la princesa
Aquillea sane mis heridas,
que su apreciable delicadeza,
transforme sutilmente mi espíritu.

Dama de blanquitud humilde
princesa de espadas que no hieren,
evocadora de lo femenino, guardiana Madre,
acógeme.

Si por la vereda perdida me hubiera de encontrar,
Y tuviera la suerte de tropezar con ella en mi andar,
Ruego que sea mi encuentro,
pura complicidad.

Llévala contigo, hechicera,
que de ella mucho aprenderás.”

 
Nos encontramos mutuamente sin saber nada la una de la otra, o eso pensaba en aquel entonces. Cuando estamos inmersas en el seno de la Naturaleza, las reflexiones que hacemos las hacemos a partir de la belleza. Hace algún tiempo, me encontraba  por vez primera en los bosques espesos y aromáticos de las tierras asturianas, en España, cuando su belleza blanquecina ondeante captó mi total atención. La Dama Blanca se balanceaba gustosa con los vientos frescos de la montaña, una ola de mariposas multicolor la circundaban como pasaje de cuento de hadas. Y quizá eran hadas…
                                
 
Una y otra vez nos encontrábamos el sendero; regia y maravillosa, la anfitriona de abejas y otros huéspedes, me murmuraba en interludios. Me acuerdo muy bien de haberle pedido a David que me dejara un momento ahí, para poder apreciar su blanco floral más detenidamente: con profundo respeto la corté, ávida de curiosidad por conocerla, la guardé entre las páginas del libro que llevaba y la dejé secar.
Días después, prendada de su energía sutil hipnotizante, fui a la herboristería de Robeldo, de la calle Campoamor -¿puede ser más evocadora?- a conseguir un poco de milenrama para preparar una infusión. El sabor un poco amargo y el aroma un poco dulce, fueron la antesala ambivalente del viaje de autoconocimiento al que me acercó la Dama Blanca.
  
Dicen las yerbateras sabias, que cuando necesitamos la energía de ciertas plantas para equilibrarnos o trabajar una energía específica en nuestro templo, ellas nos llaman; buscan la manera de comunicarse con nosotras de un modo o de otro, su vitalidad etérea encuentra los caminos para acercarse a nuestra consciencia y hay que estar siempre receptivas para captar las sutilezas; creo que así es y que así fue en mi encuentro con achillea.
Es curiosa y sorprendente la ambivalencia de las plantas, cómo pueden tener simultáneamente un poder y su contrario.
En el caso de la Milenrama, es bien conocida su propiedad hemostática, la fragilidad  del tallo y la ternura de la cúspide florida no confundieron al guerrero Aquiles, cuando supo que un emplasto de flores podría salvar de la muerte a sus soldados, el manto cicatrizante que suspende hemorragias le sirvió de nuevo escudo para evitar que él y sus guerreros murieran desangrados. Mientras que en el terreno de la herbolaria tradicional y la salud femenina, encontramos que las propiedades físicas y energéticas tan valoradas de la Milenrama residen en su cualidad de “emenagoga”, es decir, que estimula el flujo sanguíneo de la menstruación, lo que ayuda paulatinamente a equilibrar el ciclo de sangrado, algunos casos es recomendada también para mujeres en pedido de peri menopausia y/o menopausia.
Así Milenrama, nos muestra cómo la Naturaleza se expresa simultáneamente de una forma u otra, mi Maestra Catalina diría que esta característica radica en el carácter "adaptógeno" de memoria sensitiva e inteligente que las plantas contienen, es decir que toman consciencia de lo que en cada caso, cada cuerpo necesita para equilibrarse. 
La Milenrama, es junto con la Artemisia y otras amigas, una planta atesorada dentro del terreno de la herbolaria y salud femenina, encarna el arquetipo de la Bruja o de la Curandera, porque es un planta de acompañamiento en los procesos evolutivos de la Mujer Cíclica al tránsito de la Mujer Sabia.
En algunas culturas se utilizan también en forma de sahumerio para evitar enfermedades y alejar malas energías. Tribus de los pueblos originarios de America del Norte, quemaban también inflorescencias a modo de ritual para alejar “ malos espíritus”. Algunas brujas inglesas también, la utilizaban para conjurar sueños lúcidos con fines adivinatorios. También en China, los tallos de la milenrama son muy preciados en los usos rituales para fines oraculares, aún estoy investigando un poco sobre esto…
Es maravilloso poder estudiar y profundizar en las propiedades aparente contradictorias de los plantas, porque vamos aprendiendo que la mirada humana es tan sólo una ventana de las infinitas posibilidades de ser en el mundo, que todo cuanto se nos muestra es sólo una pequeña parte de la Consciencia y que estamos invitados a la mesa del convite para descubrirnos siempre como si fuese la primera vez.
En su ser ambivalente, Milenrama, a la que yo llamo con mucho cariño Dama Blanca, me invitó a mirar profundo en mi dimensión de lo femenino, me enseña a cómo abrazar mis contradicciones y mis desequilibrios; me muestra cómo la belleza también sabe ser humilde.
 
 
                   
 
Abrazos florales,
Andrea.


Texto y Fotos: Andrea Bravo
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